día 006 / El volumen de los vasos griegos

El hecho de que los dibujos sean sobre vasos, en sus muy distintas tipologías (crátera, kylix, kelebe, ánfora,...) es decir, objetos cerámicos con volumetría, otorga a estas imágenes un sentido tridimensional que hace que sus dibujos adquieran un valor muy cercano a la plástica de la escultura, en la que una visión estática no permite alcanzar el sentido total de la pieza.

En la escultura, como en los vasos, el espectador debe realizar una aproximación dinámica, activa... un sumatorio de diversos puntos de vista necesario para apreciar el objeto en su totalidad. De este modo, las figuras que están dibujadas en las piezas, se deforman y distorsionan, se muestras y se esconden, en función de cómo y desde dónde las miremos.

La pieza no se nos presenta toda, de un golpe, sino que invita a la mirada tranquila, atenta, dispuesta a distinguir y a descubrir nuevos detalles y perspectivas. Son piezas realizadas para una impresión primera (y, sobre todo aquellas de gran formato),  dónde sólo destacar su contorno, bello y esbelto, como objetos de "buen gusto"; pero sobre todo, son piezas realizadas para una segunda y más íntima visión, cotidiana y hogareña, por la que el detalle está tratado de forma esmerada, a la espera de que el observador atento recree y regale en el objeto, su mirada.