En esta ocasión, la crátera representa una escena en la cual aparecen personajes tradicionalmente asociados al culto dionisíaco, es decir, ménades y sátiros.
En concreto la escena presenta una Ménade en un cortejo, poseída del espíritu del dios, es decir, bajo el influjo de Dionisio.
En el dibujo, hemos probado a trabajar con la técnica de la doble capa de ceras, pero aplicada esta vez a un dibujo de figuras rojas, por lo cual, se ha tenido que sustraer la parte correspondiente a la figura y no el fondo, que adquiere un lustre muy carácterístico, lo que le acerca a los valores cromáticos del negro de las cerámicas. Sin embargo, algunas de las características del dibujo de figuras negras pueden aplicarse a las escenas de figuras rojas, como por ejemplo, el trazo de líneas y contornos que, mientras en los personajes de figuras negras aparecen como una incisión, como un grabado, en los de figuras rojas coresponden al fino rastro de un pincel o de una pluma.
Por ello, las líneas de esta figura deben dibujarse sobre la masa clara, en lugar de rasgarse sobre la masa oscura, como en el ejemplo del día precedente.